martes, 30 de abril de 2013

LOS SUIZOS DE BAILÉN

A lo largo de los siglos ha sido ha sido practica habitual que los países hayan utilizado tropas extranjeras en sus ejércitos siendo los mercenarios suizos uno de los más valorados. Así que nada tiene de extraño la aparición de estas tropas durante la Guerra de Independencia. En 1808 se contabilizaban en España un total de 6 de estos regimientos que durante la contienda se repartieron en ambos bandos, como ocurrió durante la batalla de Bailén (18 – 22 de Julio de 1808) Lo más curioso es que dos de ellos llevaban el nombre de Reding al igual que el famoso general Teodoro Reding, que era suizo de nacimiento. Uno de ellos, el de Nazario Reding era fiel a España mientras que el otro, el de Carlos Reding, lo era al ejército francés pues dos días antes, tentados por su prestigio y opciones de promoción, había decidido desertar. También existía otro regimiento suizo, el de Preux, que al igual que el anterior también se había pasado al enemigo.

En medio de la batalla, rodeados de fuego letal y un calor extremo, ambos regimientos, el de Carlos y el de Preux se encontraron con sus antiguos camaradas, y en vez de acometerse fieramente enviaron a sus oficiales a parlamentar para de este modo evitar un inútil derramamiento de sangre. Pero no se pusieron de acuerdo así que volvieron al combate, pero los de Carlos Reding y Preux al ver que el resultado de la batalla se inclinaba hacia el bando español volvieron de nuevo a desertar y unirse a las filas peninsulares. De este modo juntos, y en una épica cabalgada, derrotaron sin piedad a los franceses que estaban en ese sector del combate.

lunes, 29 de abril de 2013

LA TRISTE PENSIÓN


Después de que Juan Sebastián Elcano regresara de dar la vuelta al mundo en 1522, tras la muerte Magallanes, el rey Carlos I de España lo recibió en audiencia y en premio de la hazaña realizada no dudo en concederle 500 ducados de oro como pensión vitalicia además de un escudo en el que aparecía una esfera del mundo con una inscripción en latín que decía Primus circumdedisti me, o lo que es lo mismo “El primero que me dio la vuelta”.
Pues bien, los logros conseguidos en el viaje  hicieron que por un lado se fundara una Casa de Contratación destinada a las  especias en La Coruña, y por otro se organizara una expedición a las Malucas, subvencionada por la Casa Fugger, teniendo como comandante  al aristócrata  Loaisa y  a Elcano como piloto mayor. Pero cuando la expedición salio de La Coruña en 1525 Catalina del Puerto, la madre de Juan Sebastián, se quedó sola y empobrecida diciendo incluso las crónicas de la época que se encontraba en un estado grave de “necesidad y fatiga”. Para poder comer no dudó en vender mucho de los bienes de su familia a la Armada, pero cuando no pudo revender nada más no le quedó más remedio que acudir al mismísimo rey y reclamarle la pensión que se le había dado a su hijo. Lo triste de la situación es que su petición de auxilio quedó enredada en la telaraña de la burocracia pues como no se podía constatar su muerte  en Las Malucas, como en verdad pasó, la tesorería real no le podía ingresar el dinero que tanto necesitaba. Cuando se verificó el fracaso de la expedición y la muerte de Elcano, al igual que la de Loaisa en las Malucas en 1526, la corona decidió empezar a pagarla con un total de ciento cincuenta mil maravedíes, veinte mil menos de los acordados en 1521.

viernes, 26 de abril de 2013

LOS NOMBRES DE BIZANCIO

Según cuenta la leyenda la fundación de Bizancio se debe a un grupo de colonos megarenses (de Megara) los cuales tenían como jefe a un tal Byzas o Bizante, quien, según algunos autores clásicos, había recibido en el Oraculo de Delfos un mensaje del dios Apolo según el cual le comunicaba que tenía que fundar una colonia en una lugar que estaría situado “enfrente de los ciegos”. Byzas comenzó a rastrear las costas del Helesponto pero no encontraba ningún lugar propicio para vivir ni que tuviera ciegos por ningún lado. Un buen día vio una pequeña península con forma de cuerno que le pareció excelente no solo por su localización estratégica sino también por lo ubérrima que parecía. ¿Cómo se les podía haber pasado por alto a los habitantes de Calcedonia, que estaban enfrente de ellos, un lugar tan ideal? Verdaderamente estaban ciegos. Así pues se cree que el asentamiento de la colonia en la zona de Bizancio, nombre que toma de su fundador, comenzó entre el 660 y 658 a.C.

Tiempo después en el 196 d.C Septimio Severo la rebautizó como Augusta Antonia en honor de su hijo Marco Aurelio Antonio (Caracalla). Pero en el 330 la ciudad volvió a cambiar de nombre pues Constantino la llamó Roma Nova y después Konstantinou polis (La ciudad de Constantino, es decir Constantinopla) La denominación actual, Estambul, se debe a una mala interpretación de una expresión griega “eis ten polin”, que significa “en la ciudad” o “en el interior de la ciudad” Aunque se sabe que a partir del siglo XVIII mucha gente ya la llamaba así éste nombre no fue oficial hasta 1930.

jueves, 25 de abril de 2013

¡ABAJO LAS BARBAS!



El gran Zar Pedro el Grande, después de volver de su gran Embajada por toda Europa (que hizo de incógnito vestido a veces como criado) nada más llegar a Rusia lo primero que hizo fue reunir a todos los cortesanos para comunicarles los grandes avances técnicos que había visto y los grandes proyectos que pensaba hacer en la Madre Patria. Pero cuando todos estaban allí, el zar, de repente, se levantó de su trono y con una maquina de afeitar en mano agarró al primer boyardo (alta nobleza próxima al soberano) que vio y sin previo aviso le cortó la barba. Todos se quedaron estupefactos, pero nadie protestó. Y así sin que nadie le dijera nada siguió afeitando a todas las personas que tuvieran barba hasta que, exhausto, cerró la barbería. No es que el zar se hubiera vuelto loco sino que veía en el uso de las barbas un síntoma de retraso que había que erradicar rápidamente.

Pero no todo el mundo quedó satisfecho con esta nueva medida pues una gran mayoría de personas, (los barbados, por supuesto) vieron en este hecho un claro ataque contra una de las grandes tradiciones rusas y ortodoxas, ya que el pelo en la cara era un símbolo de masculinidad y dignidad de ese país. Ya lo decía claramente un dicho eslavo:

Dios no creó al hombre sin barba: sólo a los gatos y a los perros.

Aun así Pedro el Grande se mantuvo en sus trece y solo permitió que los campesinos y los curas llevaran barba, lo que produjo una clara ruptura de clases. En 1705 el zar cedió algo en su determinación al permitir de nuevo llevarla pero con la condición de que los que quisieran llevarla debían pagar un impuesto de 100 rublos.

El soberano no se limitó a esta ley antibarbas sino que la extendió a otros ámbitos de la sociedad. Por ejemplo prohibió las largas mangas en los trajes tradicionales; cambió la moneda; y modificó el calendario que estaba fijado en ese momento, el bizantino, que contaba los años desde la creación del mundo. Lo cambió por el cristiano que los cuenta desde el nacimiento de Jesús. Para ello se fijó en el calendario juliano que había en Inglaterra, lo que, sin querer, produjo un desfase de días con respecto al que imperaba en la mayoría de Europa. Fallo que no se corrigió hasta la Revolución de 1917.

Pero una de sus aficiones más desconocidas era que le encantaba sacar muelas a sus más allegados. Llegó a coleccionar hasta 400 piezas, por lo que mucha gente le conocía como el Zar Dentista. A Pedro el Grande le encantaban las cosas curiosas, y es por ello que en 1714 inauguró en San Petersburgo el famoso Museo Kunstkamera, también conocido como “El Museo de los Horrores”. Allí se podían ver desde artefactos extraños, animales exóticos hasta un buen número de rarezas anatómicas como siameses momificados, gente deformada o fetos embotellados

miércoles, 24 de abril de 2013

ASTÉRIX EN HISPANIA: REALIDAD HISTÓRICA O REALIDAD CARICATURIZADA - Miguel Ángel Novillo López



Les recomiendo encarecidamente que lean este excelente artículo de Miguel Ángel Novillo López sobre el entorno histórico que aparece en el cómic Asterix en Hispanía, en el que analiza de manera detallada las verdades y realidades paralelas que existen entre el momento histórico que detalla la narración y el mundo cómico que despliegan Goscinny y Uderzo. ¡Que lo disfruten!.

Les pongo el enlace para que lo degusten:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2664011





EXCESO DE ALEGRÍA

Según nos cuenta Tito Livio en su Ab Urbe Condita, cuando regresaron a Roma los pocos supervivientes de la batalla de Cannas (216 a.C) uno de ellos se encontró de sopetón con su madre en la puerta de casa. Ella se alegró tanto de que hubiera sobrevivido que cuando lo abrazó le dió un paro cardiaco y se murió allí mismo. Pero el colmo de la desgracia es que en otra punta de la ciudad otra madre, a la que le habían dicho que su hijo había muerto en batalla, cuando estaba sentada en la calle, al ver que éste aparecía por una esquina se puso a llorar y debido a la emoción del momento también murió por “exceso de alegría”.

martes, 23 de abril de 2013

RESEÑA: BREVE HISTORIA DE LA ASTRONOMÍA Ángel R. Cardona

Bien sé que soy mortal, una criatura de un día. Pero mi mente sigue los serpenteantes caminos de las estrellas. Entonces mis pies ya no pisan la tierra, sino que al lado de Zeus mismo me lleno con ambrosía, el divino manjar. (Ptolomeo)

Vamos a utilizar la imaginación. No se asusten por la palabra pues el mundo del que hablaremos tiene buena parte de fantasía y sueños de inmortalidad. Piensen en una noche estrellada de verano, calida y tranquila, sin nubes. Un hombre, algo peludo y jorobado sale de una cueva vestido solamente con un taparrabos y se sienta en una roca. No puede dormir y como todo está oscuro lo único que puede hacer es mirar arriba. Encima de él, andando sinuosamente, una plateada estela surca el éter estrellado. Nuestro antiquísimo antepasado se queda pasmado pues nunca había presenciado algo así. ¿Qué es? ¿Lo he de temer? No sabe por qué pero se pasa horas allí, ya no esta adormilado, al revés, rebosa de sueños pues quiere saber más…

Si no se dan cuenta acaban de asistir al nacimiento de una de las grandes ciencias de la humanidad: La Astronomía. La diosa curiosidad la engendró. Aunque pensemos que el estudio del Universo que nos rodea es algo exclusivo de científicos encaramados a observatorios, esta disciplina tiene más elementos terrenales de lo que creemos. No es fácil encontrar ensayos cercanos sobre este tema, así que la aparición en el mercado de Breve historia de la Astronomía, de Ángel R. Cardona, editado por Nowtilus, es importante debido a que ahora, en estos momentos, podemos disponer de una excelente guía para conocer cual fue la trayectoria de esta ciencia a través de los siglos, cómo fue enfocada en los distintos pueblos de la historia, y sobre todo cuáles han sido los avances de la astronomía antes y en la actualidad. El autor nos invita a un fantástico viaje por el brillante camino de la Vía Láctea y nos lanza al increíble espectáculo  de la cosmología. Ángel R. Cardona abre el telón de su obra hablándonos de la arqueoastronomía y de cómo fue concebido el estudio de los cielos en las culturas de la antigüedad desde las construcciones megalíticas pasando por Egipto, Grecia, Roma, China, y los increíbles cálculos realizados por los pueblos precolombinos, mayas, aztecas e Incas. Un tiempo en que los primeros astrónomos combinaban ciencia y religión e imaginaban un universo plagado y fecundado de y por dioses, habitado por casas celestiales, a la par que realizaban iniciales estudios matemáticos que descubrían los primeros pasos de una ciencia cuasi mágica. Pero el tiempo de los misticismos empezó a declinar en la Edad Media y aquel ferreo geocentrismo pasó a un segundo plano frente al incipiente heliocentrismo de Copérnico demostrando que no somos el centro de un brillante universo estelar sino una pequeña parte del puzzle. El autor nos enseña cómo a partir de este momento la astronomía sufre un boom de grandes genios que modelan este arte: Galileo Galilei con su telescopio; Brahe y Kepler con sus matemáticas; o las leyes de la dinámica celeste de Newton, que hacen que esta ciencia pase de la adolescencia a una incipiente madurez de ideas y descubrimientos. Es en estos momentos apasionante de lectura cuando esta obra comienza a deslumbrarnos y a enseñarnos que el viaje no ha hecho más que empezar y que una explosión de nuevas ideas surgen a nuestro alrededor pues  vemos los estudios que existen en estos momentos, sabremos qué fue el Big Bang, qué son los agujeros negros, cómo esta diseñado el Universo e incluso nos atreveremos a soñar sobre si existe vida en el espacio, más allá de nuestros ojos e ilusiones.
Y esto es solo un pequeño fragmento de las maravillas que podemos encontrar en Breve Historia de la Astronomía. Uno de las cosas que más va a sorprender al lector es descubrir que hablar sobre este tema no es aburrido sino muy entretenido, pero claro esta, para gozarlo ha de tener la premisa inicial de ser atrayente y bien contado, y es este el punto fuerte de la obra de Ángel R. Cardona, pues no solo esta enfocado a los expertos en el tema sino sobre todo a los más amateur en el asunto estelar. He de reconocer que yo no soy un gran experto en astronomía, e, inconsciente de mí, le tenía gran respeto. Pero nada más empezar a voltear las primeras páginas me sentí abducido por lo didáctico de la lectura y lo entretenida que era. Además, otro de los puntos fuertes, es que Breve Historia de la Astronomía va a gustar tanto a los amantes de la historia, como a los que esperan encontrar un compendio esencial de astronomía contada de manera sencilla a la vez que erudita. Historia y Ciencia se fusionan para crear un gran ensayo, y para animar a que nada más terminarlo uno se sienta impelido a subir un poco la vista del vasto suelo y alce sus pupilas a la bóveda celeste y compruebe las maravillas que se expanden sobre nosotros.

¿QUÉ SON LOS FUNDOSHI?

En la actualidad son los calzones que utilizan los luchadores de sumo, tanto en la pista como en casa o en la piscina. Los hay de distintos tipos y colores: el Rokushaku, el Kuroneko, el Mokko y el Echyuu. Pero que no se piense que esta prenda es un invento de ahora pues este calzoncillo o tanga que deja las nalgas al aire son anteriores a la Segunda Guerra Mundial y era la ropa interior más utilizada en el País del Sol Naciente. Después de la guerra esta prenda comenzó a estar en desuso ya que la entrada en el mercado de los calzoncillos y boxer ha terminado de arrinconar esta prenda al mundo de las ceremonias milenarias y al apasionante mundo del sumo.

lunes, 22 de abril de 2013

UNA DIETA "REAL"

Se dice que Sancho I de León, también conocido como “El Craso” o “El Gordo” pesaba alrededor de 220 kilos y hacía 7 comidas diarias de 17 platos como mínimo, compuestas en su mayoría de carne de caza. Esta obesidad mórbida fue uno de los motivos que produjeron el rechazo de gran parte de los nobles leones que levantaron un ejército con tropas castellanas y leonesas con Fernán González al frente las cuales hicieron huir al rey para poner en el trono a Ordoño IV.

En su exilio el rey Sancho pidió auxilio a su abuela Toda de Pamplona la cual hizo un pacto con Abderraman III para que el rey hiciera una terapia de adelgazamiento en Córdoba, y así recuperar la agilidad perdida. Sancho se puso en manos de un médico judío de la corte califal Hasday ibn Saprut quien le configuró la dieta de la siguiente manera: le tuvo 40 días a base de infusiones sin probar ningún alimento mientras, en ayunas, antes del amanecer, le hacía subir descalzo a una colina de la serranía cordobesa para que allí recogiera unas plantas que, al regreso, se las tenia que frotar por todo el vientre.

Como quiera la cosa, el rey Sancho adelgazó hasta alcanzar los 90 kilos, más o menos. En cuanto se sintió recuperado montó a caballo y, junto a un contingente de soldados pamploneses y musulmanes, consiguió recuperar el reino de León en el 960. Y es que no hay mayor motivación para bajar unos kilitos de más que ver como a uno le quitan el trono.

viernes, 19 de abril de 2013

LOS CINEMATOGRÁFICOS CHALECOS DE LA RAF

La actriz Mary Jane West, más conocida por el nombre artístico de Mae West, y sobre todo por sus frases provocativas y picantes como ¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme? y Cuando soy buena, soy buena; pero cuando soy mala, soy mucho mejor tuvo el honor de apadrinar los chalecos salvavidas que utilizó la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial. El soberbio busto de la actriz sirvió para modelarlos a la vez que se convirtió en el patrón estético de las mujeres de los años 30. Como curiosidad indicarles que los primeros chalecos salvavidas inflables fueron inventados en 1928 por el científico Peter Markus. Actualmente estos chalecos son piezas de colección muy cotizadas por los amantes de la historia militar.

jueves, 18 de abril de 2013

EL ORIGEN DE LOS POST-IT

El químico norteamericano Art Fry era un gran apasionado de la música y sobre todo de los coros. Cuando cantaba le gustaba marcar el orden las canciones con pedacitos de papel, pero como continuamente estaba moviendo el libro de cantos éstos solían caerse todo el rato, lo cual le molestaba mucho. Un día se acordó de que un amigo científico suyo, que también trabajaba en la misma empresa 3M, le había dicho que  había creado hace poco tiempo un adhesivo muy ligero. Antes de que se le olvidara acudió a su despacho y le propuso la idea de unir sus pedacitos de papel con el adhesivo. De esa manera nacieron los post-it. En 1977 solo se vendieron en cuatro ciudades estadounidenses pero tuvieron tanto éxito que actualmente se han convertido en una herramienta esencial en cualquier oficina o mesa de trabajo.

miércoles, 17 de abril de 2013

LOS TURCOPOLOS

Primeramente hay que decir que éstos no eran ningún tipo de helado oriental, sino un grupo de tropas locales que los distintitos ejércitos utilizaban para hostigar al enemigo y derrotarlo. Aunque destacaron durante toda  la Edad Media luchando como mercenarios en distintos bandos, estos fieros guerreros, fueran turcos cristianizados como sirios o armenios, fueron utilizados sobre todo por los templarios para eliminar la amenaza que representaban los arqueros musulmanes a la vez que para neutralizar la velocidad de la caballería ismaelita, pues servían esencialmente como caballería auxiliar armados de potentes arcos y también como segunda línea de carga al ser más veloces que los caballeros cristianos que iban lastrados por sus pesadas armaduras.

Estas tropas mercenarias respondían solamente ante un jefe llamado Turcopolier el cual se encargaba de dirigirlos en la batalla, organizarlos en el campamento y reclutarlos en los pueblos más cercanos.

martes, 16 de abril de 2013

¡YA LO TENGO!

Esta es la frase que pronunció el arqueólogo Jean-François Champollión cuando un 14 de Septiembre de 1922 descubrió en el ático de su casa de la Rue Mazarine, en París, el secreto de los jeroglíficos. Esa misma mañana había recibido unos ejemplares pertenecientes al gran Templo de Abú Simbel, y tras estudiarlos detenidamente dió con la clave del desciframiento de la Piedra Rosetta. No se lo podía creer, tras casi quince años de estudio, día y noche, y ayudado por el lenguaje copto, había llegado a la conclusión de que el secreto de la escritura jeroglífica era la siguiente: aquellos signos tenían a la vez un valor fonético y fonológico.

Empezó a dar saltos de alegría por la habitación y según se cuenta no pudiendo soportarlo más salió precipitadamente a la calle y corrió los doscientos metros que separaban su casa del Instituto de Francia donde trabajaba su hermano Jacques-Joseph. Irrumpió en su despacho, sin ser anunciado, y cogiéndole de las solapas de su traje le gritó entusiasmado:

-Je tiens l’ affaire! (Ya lo tengo)

Acto seguido perdió el sentido y se desmayó delante de su hermano. Cuando se levantó ya no era un mortal más, pues se había convertido en la persona que había devuelto a la vida el lenguaje de los dioses.

lunes, 15 de abril de 2013

LA TURBIA HISTORIA DE RASKA -YÚ

En 1943 el compositor y músico Bonet de San Pedro, más conocido como el Marqués de la Ensaimada, estaba arrasando en las radios españolas con el cómico fox-trot titulado Raska- yú. Pero incomprensiblemente la censura prohibió esta canción por considerar que hacía claras alusiones al caudillo y por su humor necrofílico. El ala dura del franquismo consideraba que el susodicho Raskayú era un trasunto del Generalísimo y que el compositor estaba haciendo befa y escarnio de su persona. Nada más alejado de la realidad, pero en lo que si acertaban un poco los negros censores era en hallar entre los versos de la canción ciertos elementos oscuros relacionados con la muerte. Esta última parte tiene miga pues la historia que hay detrás de esta composición es digna de contar.

Para empezar se piensa que Bonet de San Pedro no fue tan original al componerla ya que se le acusa de claro plagio en América, tanto en el Norte como en el Sur del continente. Los estadounidenses creen que el compositor oyó una canción que aparecía en un cortometraje de Betty Boop conocida como I’ll be glad when you’re dead rascal you y la copió tal cual, solo modificando la letra. En cambio otros ven el plagio en un viejo bolero titulado Boda Negra compuesto por Alberto Villalón. Pero lo curioso de esta acusación es que el autor del bolero parece que también se inspiró en un poema del lírico colombiano Julio Flórez.

No esta claro pero se cree que el poeta le contó una vez a Alberto Villalón una historia de muertos que pudo ser el germen de este embrollo de copias musicales. Ésta dice lo siguiente: Francisco Caamaño de Carderas era un poeta que escribía artículos en los periódicos y que estaba enamorado de Irene Gay, de dieciocho años. Pero el destino que prometía ser tan brillante para ambos se torció pronto pues la prometida del escritor murió muy joven de tuberculosis. Ella había pedido a sus familiares que la metieran en el ataúd con el traje de novia y un ramo de rosas blancas que deseaba llevar en su boda. Fue enterrada en el llamado Tramo de los Pobre, de la Necrópolis de Colón (La Habana), pero tres años después su cuerpo tuvo que ser exhumado para ser trasladado al osario familiar. Aunque era practica normal, nuestro poeta fue a reclamar el esqueleto de su amada con el pretexto de que era para donarlo a la ciencia pero se encontró con la negativa de los sepultureros y las autoridades civiles los cuales alegaban que los muertos que habían fallecido por enfermedades contagiosas debían quedarse en el cementerio para no contagiar a los de fuera. Pero Francisco no se conformó con lo que le habían dicho y recurrió a un médico amigo suyo y con una carta escrita suya y un suculento soborno consiguió llevarse el cuerpo a su casa. A partir de aquí hay dos versiones, pues unos opinan que el poeta en su locura necrofílica se casó con el esqueleto de Irene, mientras que otros creen que solamente lo había guardado en una caja para juntarlo con el suyo cuando él falleciera.

Sea una cosa u otra parece que a los vecinos no les gustaba tener a una muerta como vecina, por lo que denunciaron al poeta a las autoridades competentes acusándole de que hacía practicas sexuales con los huesos y de que hacía también extraños ritos con ellos. Antes de que lo detuvieran puso tierra de por medio y tiempo después le contó al poeta su historia, quien a la vez se la narró al compositor Alberto Villalón, y, ¡quién sabe! si también le llegó a “inspirar” a Bonet de San Pedro para escribir el marchoso baile de Raska- yú.

viernes, 12 de abril de 2013

LUTO BICOLOR

Hoy en día en España es normal que el color que lleven los dolientes en un funeral sea el negro, pero ¿y si les dijera que antiguamente el color oficial de luto era blanco? Ocurrió durante la Edad Media cuando en la Península Ibérica convivían tres culturas, más o menos bien avenidas: musulmanes, cristianos y judíos. A pesar de las diferencias y de las disputas entre reinos conservaban un rasgo en común, pues durante los enterramientos los familiares del difunto iban siempre de blanco. Los musulmanes conservaron esta costumbre pero los cristianos fueron modificándola a lo largo de la Edad Media. Son curiosas las impresiones del historiador y poeta francés Baudry de Bourgueil (1046 – 1130) el cual al ir de viaje por la Península Ibérica se dio cuenta de que los cristianos de estas tierras iban de color negro en los entierros. Tiempo después el Papa Inocencio III (1160 – 1260) al regular las directrices de la Iglesia Católica redujo a cinco los colores que tenia que haber en la liturgia, otorgando el negro y el morado al luto oficial.

Aunque los musulmanes siguieron utilizando el color blanco en sus territorios esta regla se instaló definitivamente en España cuando los Reyes Católicos culminaron la Reconquista en 1492 e impusieron el color negro como símbolo de luto por varias razones: la primera para diferenciarse de los musulmanes; la segunda porque era un color menos sucio que el blanco; y finalmente porque la tela con la que se confeccionaba era más barata.

miércoles, 10 de abril de 2013

LAS GÁRGOLAS

El nombre de gárgolas proviene del francés gargouiller que significa el ruido que produce un líquido mientras corre por un tubo, que su vez viene del latín gargula que es lo mismo que “hacer gargaras”. Comienzan aparecer en el siglo XII primeramente con el nombre de grifos (animal mitológico mitad águila y león) convirtiéndose posteriormente en objetos cotidianos de las catedrales góticas entre los siglos XIII y XIV. A partir de esta última fecha se van haciendo más complicadas, apareciendo  incluso figuras humanas de gran tamaño y carácter satírico. En el siglo XV las gárgolas empiezan a abandonar el misticismo que tenían a favor de la comicidad.

Sea como fuere las gárgolas tenían una función principal, elemental, verter al agua de la lluvia al exterior de los tejados para que ésta no resbalara por la fachada y, con el paso del tiempo, erosionara la piedra. Pero no solo servían como desagüe sino que también tenían una función artística a la vez que mágica, es decir, como protectoras de la catedral o iglesia y para ahuyentar a las brujas, demonios, y espíritus malignos que hubiera en los alrededores de la Casa de Dios. Esta última función las iguala con sus parientes orientales, los Perros fu o Perros de Buda, e incluso los famosos Leones Coreanos, que se instalaban en los tejados de los templos o tumbas.

Estas representaciones artísticas de la Edad Media solían ser bastante feas y horrorosas y se suelen dividir en tres grandes grupos: las gárgolas antropomorfas, mitad humano mitad monstruo; las que tienen formas de animales pero cargadas del simbolismo que se les atribuye en los Bestiarios medievales; y finalmente las gárgolas fantásticas y monstruosas inspiradas en seres irreales, pero que existían en la memoria colectiva de la época. Aun así, aunque todas tienen la misma función, sean de la forma que sean, no todas echan agua, como por ejemplo los grutescos o acroteras que son meramente elementos decorativos, con forma de estatuas, estatuillas de piedra, o por ejemplo vasos de terracota.

lunes, 8 de abril de 2013

EL ESCRITORIO RESOLUTE

Dentro del Despacho Oval de la Casa Blanca se encuentra uno de los muebles más curiosos de la historia: el escritorio Resolute. Éste fue un regalo que le hizo la Reina Victoria al presidente de los Estados Unidos de América Rutherford B. Hayes en 1880.
Pero ¿y si les dijera que este escritorio tiene otro gemelo en Inglaterra? Para aclarar esta situación hay que remontarse al origen de este mueble. El escritorio esta hecho de la madera de Un buque británico, el HMS Resolute que navegando por el mar Ártico quedó estancado por el hielo durante un año y abandonado por sus marineros antes de que perecieran de frío y hambre. Tiempo después lo encontró un barco ballenero estadounidense, quienes lo devolvieron al Reino Unido en 1856 como símbolo de amistad entre ambos países. Cuando el HMS Resolute quedo inservible en 1879 la Reina Victoria pensó en hacer dos escritorios idénticos, uno para el Despacho Oval de la Casa Blanca y otro para su Palacio de Buckingham.

Todos los presidentes de América, desde Hayes (salvo Lyndon B. Jonson, Richard Nixon y Gerald Ford) hasta Barack Obama lo han usado para tomar todo tipo de decisiones trascendentales para la historia.


viernes, 5 de abril de 2013

ENTRE DOS FUEGOS

Después de la batalla de Algeciras (1801) entre las flotas inglesa y francesa, la cual quedó en tablas, la primera se refugió en Gibraltar mientras que la segunda que todavía estaba en alta mar pidió ayuda a los españoles, aliados suyos en esos momentos. Éstos no dudaron en enviar a cinco navíos de línea entre los que se encontraban el San Hermenegildo y el Real Carlos. Pero aunque los ingleses estaban atracados en puerto eso no significaba que estuvieran ociosos pues aprovechando la oscuridad uno de sus barcos, el Superb, fue enviado a interponerse entre ambos colosos y así dar tiempo a su flota para volver a salir a la mar. El Superb, sigilosamente y con todas las luces apagadas se metió entre ambos abriendo fuego contra el Real Carlos. Nada más disparar se dió a la fuga dejando atrás a los dos barcos españoles que repuestos del impacto y creyendo que artillaban contra el enemigo se destrozaban mutuamente el uno al otro. Y así siguieron toda la noche hasta que llegó el alba, y disipada la niebla de los cañones, se dieron cuenta del tremendo error que habían cometido. No había tiempo para solucionar la catástrofe pues tal fue el ímpetu artillero entre los dos barcos que ambos acabaron volando por los aires después de incendiarse sus polvorines.


miércoles, 3 de abril de 2013

TENIS EN EL ALCÁZAR

En 1894 el comandante Walter Compton Wingfield inventó un nuevo deporte: el sphairistiké… popularmente conocido como tennis o tenís en español. Muy pronto este pasatiempo se puso de moda y años después ya se jugaba en medio mundo. En España ya se tiene constancia de un partido  a finales del siglo XIX en el participaron los operarios ingleses que trabajaban en las minas de Río Tinto (Huelva) La introducción de este deporte en cambio se debe sobre todo a sus majestades Alfonso XIII y su esposa la escocesa Victoria Eugenia de Battenberg, pues es bien sabido que la pareja real era amante de toda clase de deportes y sobre todo del tenis. Es por ello que el rey, para complacer a su esposa, decidiera construir una pista nada más ni nada menos que en uno de los patios más importantes del Alcázar de Sevilla, el Patio de la Alcubilla. Aunque hoy cueste apreciarlo tras los setos, flores y árboles que pueblan el patio hubo un día en que los reyes disponían de una pista privada donde jugar unos sets. Una de las primeras de España. Aun así este complejo deportivo no tuvo mucha vida ya que durante la Segunda Republica se abandonó su mantenimiento y acabó desapareciendo bajo la belleza del jardín.

lunes, 1 de abril de 2013

EL HAMBRE EN MADRID DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Entre 1811 y 1812 gran parte de la Península Ibérica sufrió una de las peores hambrunas de su historia. Las cifras lo dicen todo, en Madrid que entonces tenía 175.000 habitantes murieron alrededor de 25.000 por falta de comida y enfermedades. El origen de este desastre hay que buscarlo por un lado en las malas cosechas habidas entre 1803 y 1806 y en el estallido de la Guerra de la Independencia que desde 1808 afectó a los cultivos y ganaderías que o fueron arrasadas por un conflicto armado que duro seis años o abandonadas por falta de mano de obra.

La consecuencia de estos factores fueron el hambre y la miseria que recorrieron España de punta a punta afectando especialmente a su capital, Madrid. Ésta como nadie sufrió estos azotes del destino ya que dependía de los abastecimientos que le llegaban desde fuera. Abastecimientos, que por culpa de la guerra era requisados por los franceses y por los guerrilleros que tenían como misión principal hostigar al enemigo cortando sus líneas de aprovisionamiento. Esta situación sobre todo entre los años 1811 y 1812 produjo que apenas entrara alimento en la ciudad con la consiguiente subida de precios acompañada de motines y revueltas por conseguir un mendrugo de pan. Nicolás Marcel, destacado soldado francés fue testigo de esta tragedia:

“[…] a gente acomodada disputar a los perros pedazos de caballos o de mulos muertos hacía seis días […] un niño que acababa de morir de inanición fue comido por sus pequeños compañeros, que devoraban delante nuestro sus miembros descarnados […]”

Viendo como la Muerte era dueña y señora de las calles los madrileños huían en masa de la ciudad o se dejaban morir de inanición. Dos veces al día circulaba por la ciudad  un carromato que recogía a los muertos para enterrarlos rápidamente en fosas comunes o en parroquias cercanas para evitar el contagio de enfermedades.

Las medidas que se tomaron fueron varias. Se incentivo el reparto del llamado Pan de Munición el cual era suministrado a los reclusos que había en las cárceles. Pero había que tener cuidado con su consumo pues este pan estaba hecho con gran cantidad de almorta que si se abusa de su consumo puede producir enfermedades como por ejemplo el latirismo que afecta al sistema nervioso. Las Juntas de Beneficencia y las diputaciones de los barrios se encargaron de repartir limosnas, pero era tan grande la necesidad de los madrileños que esta medida era totalmente insuficiente. Se sabe que hasta el mismo rey José I visitaba a menudo a los hambrientos repartiéndoles monedas. Incluso empeño buena parte de sus bienes tanto en España como en Francia para conseguir dinero y así paliar el hambre de la ciudad. Ordenó a sus edecanes y soldados que llevaran cestas de pan a las casas más necesitadas siendo en muchos casos rechazadas por sus ocupantes por provenir del enemigo.

Un hecho bélico fue a alejar el fantasma de la Muerte. La Batalla de Arapiles (1812) en Salamanca produjo la derrota del ejército francés que permitió abrir las vías  de comunicación con la capital y hacer llegar a los exhaustos madrileños víveres y una importante bajada de precios. El 10 de Agosto se retiraban de la ciudad las tropas enemigas y dos días después hacían su entrada los guerrilleros de El Empecinado y El Medico, seguido al rato por el triunfante Wellington, arropado por los vítores y gritos de “¡Viva el pan a peseta!”

Tan traumático fue este hecho que muchos madrileños nunca lo olvidarían en su vida. Este fue el caso del escritor Mesonero Romanos que siempre conservó en el cajón de su mesa de trabajo un duro mendrugo de pan como recuerdo de los tristes días pasados.